Ella le dijo a El: -¿Quieres que te lleve a un lugar secreto…? Y el contestó: -¡Sorpréndeme! Y él, se sorprendió …
Buenos días lluviosos… hoy os traigo un post sobre un sitio que Madrid Confidential, me ayudó a descubrir, mi particular pajarito, jejeje, por cierto web recomendable, si quieres descubrir sitios «secretos» y no tan secretos.
Pues bien, os he traído fotos de este lugar tan bonito, y tan escondido, quizás por eso se llame el Jardín Secreto… os voy contando según os enseño fotos; os aviso, son unas cuantas, ese día era la primera vez que sacaba mi cámara Reflex de paseo por los Madriles, y no podía dejar de hacer fotos, aviso, estoy aprendiendo, y entre mi marido y yo, el con su móvil y yo con la cámara, creo que hicimos unas fotos bonitas, a ver qué os parecen 🙂
Os estoy hablando de «El Jardín Secreto» de Salvador Bachiller, que se encuentra en la Calle Montera, antes de llegar a la Gran Vía, en la acera del McDonalds . Está muy escondido, de hecho, he pasado por esa calle infinidad de veces y no me había fijado que había una tienda de dicha marca! En el escaparate ya nos dan pistas, de lo que puedes encontrar en su azotea, y en la tercera planta también (hay un salón de Té).
La entrada es preciosa y las escaleras que nos llevaron al Jardín, están llenas de detalles bonitos. Las camareras iban vestidas con trajes rojos, parecían azafatas! 🙂 Es un sitio idílico en medio de la gran ciudad, escondido, y pese a ser chiquito, tiene rincones preciosos, parece que estás lejos del ruido y sin embargo, estás en todo el centro; seguimos con las fotos 🙂
Si es que daba para estar haciendo fotos, mucho tiempo; hubo una señora que venía expresamente a hacer fotos! 🙂 Pero nosotros no nos íbamos a ir sin tomarnos un desayuno, el segundo de la mañana, jejejje
Algunos pequeños rincones, que parece dispuestos como bodegones, jaulas llenas de… verde, en fin, flores divinas… un lugar para explorar y perderse en el.
Y después del desayuno, y haciendo fotos sin parar…. tocaba marcharse! pero, en la bajada, había muchos otros rincones dignos de ser fotografiados, y a riesgo de llevarme una regañina y de caerme por las escaleras, seguí explorando y encontré algunas imágenes que llevarme en mi cámara 🙂
Y hasta aquí nuestra visita al Jardín Secreto de Salvador Bachiller, bueno, ya no tan secreto … Me despido de vosotros hasta el próximo post, con mi cámara en mano, decid conmigo: «Pa-ta-taaa» 😀